¿Qué es la toxoplasmosis y cómo afecta al embarazo?
Existen múltiples enfermedades que pueden afectar al embarazo produciendo defectos congénitos graves e incluso la muerte fetal, de ahí la importancia del control gestacional adecuado que nos permita prevenir y en caso de no ser posible tratar de la forma más precoz posible estas enfermedades.
Entre las palabras que más escucharás durante el embarazo se encuentra la toxoplasmosis, por eso hoy aprovechamos para hablaros de ella.
¿Qué es la toxoplasmosis?
El Toxoplasma Gondii es un parasito protozoario cuya infección se produce mediante el consumo de alimentos contaminados por quistes o taquizoitos. Afecta a 0.3 de cada 1.000 nacidos vivos. La principal fuente de infección son los productos cárnicos poco cocinados o crudos y en menor medida el agua o los vegetales contaminados. Los gatos domésticos también pueden transmitir esta infección aunque el riesgo se considera muy bajo.
El periodo de incubación oscila entre 1 y 3 semanas y en el adulto sano suele ser asintomática o cursar como un cuadro catarral común. En nuestro medio alrededor del 20% de los adultos tienen anticuerpos contra el toxoplasma en el momento de la gestación siendo por lo tanto inmunes.
¿Cómo se trasmite?
La transmisión al feto se produce durante la infección aguda y es más frecuente cuanto más avanzado está el embarazo, siendo sin embargo de menor importancia la afectación fetal.
¿Qué sintomas tiene?
Los síntomas más frecuentes son la afectación ocular y los síntomas neurológicos pudiendo producir en casos graves hidrocefalia, calcificaciones cerebrales, coriorretinitis, ceguera y convulsiones, aunque el porcentaje de fetos que sufren secuelas permanentes o muerte solo alcanza el 4%.
El diagnóstico se realiza mediante el estudio de serología determinando anticuerpos sanguíneos para el toxoplasma.
Cuando se produce una seroconversión materna se deberá realizar una amniocentesis para determinar en líquido amniótico si ha habido transmisión al feto.
En el caso de seroconversión materna confirmada exista o no confirmación de infección fetal, se debe realizar tratamiento antibiótico hasta el final de la gestación lo cual es eficaz para evitar o disminuir la afectación del feto.
No obstante la prevención primaria es lo más importante, debiendo las gestantes no inmunes realizar un lavando muy exhaustivo de las verduras no cocinadas y evitar el consumo de carne poco hecha o cruda.
Para tener un buen embarazo es clave ir a todos los controles médicos. Tanto si ya te estamos siguiendo el embarazo en Magyc como si es tu primera consulta puedes pedir cita para tu siguiente control aquí.